Basada en las novelas escritas por Tanya Huff, Blood Ties gira en torno a una joven que trabaja como investigadora privada, después de que en el pasado hubiera formado parte de la Policía Metropolitana de Toronto. Estaba perdiendo su buen ojo policial y decidió abandonar el cuerpo, antes que aceptar un trabajo en oficina detrás de una mesa y archivando papeles. Sin embargo, su último caso resulta tener que ver con vampiros y con fuerzas sobrenaturales, por lo que decide unirse a un conocido vampiro y a su ex-novio para enfrentarse tanto a las fuerzas humanas como a las paranormales.

Rodada íntegramente en Canadá, Blood Ties sigue las aventuras de Vicki Nelson Christina Cox (Las crónicas de Riddick), una atractiva y batalladora joven de 29 años, que tras abandonar su trabajo de policía debido a un desorden degenerativo en su ojo, decide emprender una nueva carrera como detective privado. Su destino parecía estar ya bastante fastidiado, hasta que el destino interviene, volviendo patas arriba su vida. Después de ser testigo de un terrible asesinato, termina encontrándose con un estraño que también está investigando el misterioso crimen.

Se trata de Henry Fitzroy (Kyle Schmid, Beautiful People), un viejo vampiro de 450 años de edad, que resulta ser el hijo ilegítimo del Rey Enrique VIII. Después de resolver el caso de asesinato que los unió, Vicki descubre que los crímenes con tintes sobrenaturales parecen no tener fin. Semana tras semana, la relación entre Vicki y Henry, se va afianzando personal y profesionalmente, siendo arrastrada a lidiar con desconcertantes casos protagonizados por adversarios que suelen estar ocultos. Deberá acostumbrarse a olvidarse de investigaciones por fraude y de esposas infieles, ya que en su futuro no se ve otra cosa más que fantasmas, duendes traviesos y demonios diversos.