El rey de la colina convierte en dibujo animado las peripecias de una familia de clase media alta de Arlene, Texas, en la que muchos críticos de televisión norteamericanos reconocieron en su momento un trasunto de la familia Bush.

Los Hill, como se llaman los protagonistas, llevan una existencia placentera, centrada alrededor del trabajo y de las reuniones con sus amigos y vecinos. Barbacoas y conversaciones sobre los divino y lo humano presiden las tramas de los capítulos de esta serie, firmada por uno de los animadores más destacados de las últimas décadas: Mike Judge, el padre de los populares Beavis & Butt-Head.