Tras la muerte su madre en un accidente de tráfico, Kotaro regresa a su vida normal conviviendo con su padre. Ahora tendrá que hacer labores de hogar y suplir algunas tareas que realizaba su madre.

Una mañana, al abrir la puerta se encuentra con Misha, una chica con la incómoda costumbre de gritar cada vez que habla. Kotaro, a pesar de sus intentos de huida se verá acosado por su incansable vecina Misha que le ha tomado como objetivo prioritario.